miércoles, 3 de mayo de 2017

Alpinismo

Macizo del Mont-Blanc, al atardecer, desde vuelo comercial

Soy de aquellos que han visto, casi un millón como yo, el vídeo de Ueli Steck subiendo al Eiger a la carrera… 2015. Dos horas y veintidós minutos. En ese vídeo decía el suizo que el alpinismo no es competición y que algún día se bajaría de la marca de dos horas en hacer esa cumbre, pero que para ello habría que asumir muchos riesgos.

Entonces lo que hacía Steck en el Everest era competición o no? Y asumía muchos riesgos o no? En la vida, a todos nos pasa que alguna vez nos hemos tropezado de forma tonta: "un tropiezo lo tiene cualquiera" decimos. El éxito, decía Churchill, es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo… El tipo de actividad que hacía Ueli Steck requería no tropezar nunca… no fracasar nunca.


Macizo del Annapurna desde avión comercial

Iñaki Ochoa de Olza fue unas treinta veces al Himalaya y coronó doce ochomiles… con simpatía y con entusiasmo… con una filosofía y una autenticidad que le valieron que muchos hombres se jugaran la vida por rescatarle, entre ellos el propio Ueli Steck, también Bolotov que también murió en el Himalaya, Colibasanu, Urubko… los mejores. No hubo suerte, pero esa fue otra historia. 

Cómo no les dieron el Príncipe de Asturias de los deportes de aquel año es cosa de los políticos a quienes les pareció más correcto dárselo a la selección de fútbol… por si no ganaban más, quizás… aunque luego volvieron a ganar y a ganar…

El Himalaya a lo lejos desde las tierras bajas del Nepal... La atracción es magnética.

En fin… esto del himalayismo, es una actividad que además de glamurosa, es extrema, en todos los sentidos… y así hay quien está dispuesto a pagar una fortuna por que le suban a la punta del Everest con toda clase de facilidades, como hay quien solamente sube si lo hace sin ayudas artificiosas y en esto, algunos andan buscando un no va más, una vuelta de tuerca… un récord, un ser el primero, el mejor, el más rápido, el que llega “disfrazado de Georgy Dann, cantanto la barbacoa…”.

Los Alpes suizos (Grindewald) desde avión.

Cuestión de dinero, de poder vivir de ello, a pesar de jugársela… de morir en el empeño, como le ha pasado a otros deportistas extremos… en base jumping, en speed riding… Un millón de visualizaciones, un millón de clientes para los patrocinadores, tienen la culpa. 

Mi mujer a veces me pregunta, como puedo pasar todo un día con un telescopio mirando el nido de un águila real… Otros me preguntan si les hago fotos… si me traigo algo… Yo no me pregunto nada… pero me viene a la memoria otra frase que también decía Churchill: "El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes”, y quien dice útiles, dice felices…

Alpes italianos (Dolomitas) desde avión

1 comentario:

  1. Carlos Ferreiro Fernández1 de diciembre de 2017, 22:20

    Ignacio espero que seas muy feliz en el cielo, y que el señor te reserve un lugar privilegiado desde donde contemplar las aves.

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